Los partidos políticos Dominicanos se dividen entre mayoritario y minoritario, los primeros son herederos del escenario gubernativo desde la muerte de Trujillo a la fecha, uno de ellos el partido Reformista social cristiano (PRSC) nada en aguas turbulentas, con un bloque de ocho amarado a su garganta aleteando y tirando la patada del ahogado para mantener el reconocimiento como mayoritario de su franquicia. Por su lado el partido Revolucionario Dominicano (PRD) en su afán de crear un nuevo PRD tira a un lado los postulados Peñagomistas, y con ellos a los viejos robles y todo lo que no sea del agrado del nuevo príncipe perredeista Miguel Vargas Maldonado. El partido de la Liberación Dominicana se ve desgastado en el poder, con múltiples denuncias de corrupción y escándalos de nepotismo y altos salarios de algunos funcionarios; a lo interno de esa organización el comité político se a reservado 26 senadurías y casi 60 diputaciones, además otra cantidad importante de municipios; dejando como perico en la estaca a aspirantes que habían invertido tiempo y recursos en busca de una posición de estas.
Mucho malestar deja estas situaciones en los partidos llamado mayoritario, pero en los cuchumil partidos minoritarios ya existente y en los de recién creación la cosa no es diferente; muchos de estos no pasan de una contienda electoral pues la guerra de intereses que se arman por los pesos que da la Junta Central Electoral (JCE) no le permiten seguir unidos hasta otro proceso dejando un radio de acción precoz en el escenario político.
El ultimo ejemplo fue el partido que lideraba el ex jefe de la policía nacional Pedro de Jesús Candelier el cual dividió por que supuestamente el mayor general retirado se descontó tres millones de pesos que supuestamente había gastado; el Partido Revolucionario Independiente (PRI) fundado por el fenecido líder perredeista Jacobo Majluta en unas de las divisiones del PRD, en la pasada elecciones libro una lucha jurídica cuando sus facciones redisponían a apoyar cada una a un partido mayoritario distinto; lo mismo pasó con el partido nacional de veterano y civiles donde las denuncias llegaron ha todas las instancias de la JCE en busca de una solución a un conflicto que lo dejó dividido en varios pedazos.
¿Cual será el fin del sistema político Dominicano?; ¿hasta donde será capaz el pueblo de soportar la partidocracia dominicana? ¿será este el mejor sistema democrático? Se abre el debate.
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