08 septiembre 2011

Tres principios para tratar La Violencia


Por Faustino de la Rosa
I
Compartiendo la Responsabilidad

Cuando alguien nos reclama o nos agrede verbalmente por un acto o trabajo que supuestamente debimos realizar, sea cierto o no, lo más apropiado en casos como este es detener la agresión compartiendo nuestra  culpa con él;  de esta manera podemos deferir la responsabilidad logrando así bajar la violencia de la que somos objeto.  Por ejemplo imagine que usted es vendedor en una tienda de electrodomésticos y le han ordenado traer un televisor que un cliente acaba de comprar; minutos después el cliente regresa por el control remoto. El primer acto de su jefe es, naturalmente hacerlo a usted responsable por el olvido del control, a seguida  empezará a ofenderlo y a criticarle abiertamente. ¿Qué debemos hacer en estos casos? Mi recomendación es; hagámoslo culpable, reclame, exijámosle, preguntémosle porque siendo él  nuestro jefe, nuestro superior inmediato  permitió que se  entregara ese artículo de forma  incompleto. A continuación debemos solicitarle que por favor no nos permita cometer estos errores en el futuro.  Proceda de esta manera y descubrirá como su jefe baja la guardia.

II
Colaboración

El segundo principio es semejante al primero y al igual que este  se utiliza cuando somos objeto  de una agresión física o verbal.  En este caso buscamos  bloquear  la fuente de la agresión  con la formulación de una pregunta sorpresa, una pregunta que lo desarmara psicológicamente, una expresión que dejará en claro nuestra buena voluntad y nuestra disposición de ayudarle; algo que naturalmente nunca esperara y la pregunta es «¿Existe alguna forma en la que te pueda ayudar?» esta es una pregunta que por lo general desarma al ofensor, con esta buscamos reconocer  que el mundo en el que vivimos  es un caos y que todos estamos  de alguna manera agobiados por los problemas de diario vivir, es una estrategia efectiva ya que mostramos empatía, interés por  sus problemas sean estos cualesquiera. Y volveos a preguntar «¿En que te puedo ayudar?» yo le aseguro que si procede siguiendo estos principios su agresor bajará la guardia y usted podrá hablar tranquilamente con él.

III
Cinco Minutos

El tercer principio puede utilizarse en un primer intento para manejar la embestida, digamos que es la forma rápida de resorber el problema y puede utilizarse después de haber agotado el primero y segundo principio. El tercer principio es una petición o solicitud y es la siguiente “Dame cinco minutos para poder entender lo que está pasando” o “Tú eres una persona muy importante y mereces que yo piense un poco en lo que estás diciendo; así es que por favor concede cinco minutos, sólo cinco minutos y luego hablamos” la magia de esta petición es que le permite al cerebro del agresor tomar conciencia de su aptitud y le  ayudará a comprender, a enfriarse y a realizar los ajustes necesario que le permitirán bajar la tensión.

Faustino de la Rosa
Faustinodelarosa@yahoo.es