El informe dado a conocer por la comisión que investigó el caso de la muerte a tiros del capo de la droga Rolando Florián Feliz, deja desvelado que aun existen los niveles de desorden que yo creía eliminado en el actual sistema penitenciario. Es el escándalo carcelario más macondiano desde la muerte por parte de los presos de la victoria del legendario delincuente Dani 45.
Lo malo es que tanta cháchara que se ha hablado del nuevo sistema penitenciario que ya creíamos que los presos dominicanos podían salir regenerado de las cárceles dominicanas, tanto que dimos como un hecho aislado las muertes de internos en el fuego de la cárceles de Higuey y Santiago.
La comisión, integrada por el fiscal del Distrito Nacional, Alejandro Moscoso Segarra; el procurador adjunto Ramón Arístides Madera; el general Castro Castillo, director de Asuntos Internos de la Policía, y Henry Garrido, subdirector de Prisiones, a mi entender se ha quedado corta en las sanciones y destituciones, por que debió pedir la renuncia del director de prisiones que de seguro sabia de los privilegios que aun ostentan el cinco por ciento de los presos del sistema.
A Florián Feliz lo mataron los privilegios, es verdad, pero también lo mató la codicia de gente que nunca debió asociarse a este, lo mataron las facilidades para seguir delinquiendo y planificando crímenes por teléfono y de manera personal con sus secuaces que le visitaban para planear y organizar toda clase de maniobras delictivas.
Ya nadie saca del descrédito al sistema carcelario, volvimos a la época de papo el necio, Dani 45 y del concho primo carcelario, donde el que paga vive como el quiera y el que no limpia el piso y sirve de mujer para el jefe del recinto, sea este un preso o un jefe penitenciario.
Lo malo es que tanta cháchara que se ha hablado del nuevo sistema penitenciario que ya creíamos que los presos dominicanos podían salir regenerado de las cárceles dominicanas, tanto que dimos como un hecho aislado las muertes de internos en el fuego de la cárceles de Higuey y Santiago.
La comisión, integrada por el fiscal del Distrito Nacional, Alejandro Moscoso Segarra; el procurador adjunto Ramón Arístides Madera; el general Castro Castillo, director de Asuntos Internos de la Policía, y Henry Garrido, subdirector de Prisiones, a mi entender se ha quedado corta en las sanciones y destituciones, por que debió pedir la renuncia del director de prisiones que de seguro sabia de los privilegios que aun ostentan el cinco por ciento de los presos del sistema.
A Florián Feliz lo mataron los privilegios, es verdad, pero también lo mató la codicia de gente que nunca debió asociarse a este, lo mataron las facilidades para seguir delinquiendo y planificando crímenes por teléfono y de manera personal con sus secuaces que le visitaban para planear y organizar toda clase de maniobras delictivas.
Ya nadie saca del descrédito al sistema carcelario, volvimos a la época de papo el necio, Dani 45 y del concho primo carcelario, donde el que paga vive como el quiera y el que no limpia el piso y sirve de mujer para el jefe del recinto, sea este un preso o un jefe penitenciario.
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