Las cosas que suceden en Republica Dominicana llaman a invocar fantasmas como el de la dictadura Trujillista en los más radicales o el régimen Balaguerista en los conservadores. Para los invocadores las desavenencias democráticas de ambos gobiernos merecen estar en el espacio del olvido y la ignorancia. “ aquí hace falta Trujillo” “ a Balaguer no le hacían eso” esta frases lucen descolgadas y muestran que los dominicanos hemos tenido tan poquito que la democracia marchita, pobre, débil, infuncional etcétera… pero, resultado de las luchas de los mártires de la independencia, la restauración, la revolución de abril entre otras epopeyas gloriosas de la historia Dominicana, nos parecen nada.
Hay cosas que indignan y que nos hacen pensar así, en vez de luchar como nuestros mártires. Un ejemplo es el de la multinacional Chell company que explotó hasta los tuétanos el negocio de la refinación de los combustible en nuestro país, pero cuando la refinería era un cuerpo vacío e improductivo se marcho previo de venderle al estado al precio que quiso sus acciones y habiéndose ganado la millonada sin invertir un chele en esa refinería.
Otra empresa extrajera de nombre Codasa se le entrega de grado a grado la construcción de la autovia del este con recursos del estado Dominicano con la concesión de que cobraría el peaje mas caro del país para terminar y mantener en optimas condiciones la obra, llevándose entre las uñas la suma de 20 millones mensuales sin gastar un centavo en la carretera y peor aun dejándola en franco deterioro.
Si los contratos que se hacen en el extranjero no fueran elaborado bajo la cultura de Guacanagarix,( oro por espejitos) y nuestro negociadores le quitaran la vista a las comisiones y otros beneficios lejos del bien común, no se burlaran así de nosotros, los Dominicanos no invocáramos viejos demonios y quizás quien sabe si se levantara mas nuestra moral y cuidamos esta débil pero al fin democracia.
Hay cosas que indignan y que nos hacen pensar así, en vez de luchar como nuestros mártires. Un ejemplo es el de la multinacional Chell company que explotó hasta los tuétanos el negocio de la refinación de los combustible en nuestro país, pero cuando la refinería era un cuerpo vacío e improductivo se marcho previo de venderle al estado al precio que quiso sus acciones y habiéndose ganado la millonada sin invertir un chele en esa refinería.
Otra empresa extrajera de nombre Codasa se le entrega de grado a grado la construcción de la autovia del este con recursos del estado Dominicano con la concesión de que cobraría el peaje mas caro del país para terminar y mantener en optimas condiciones la obra, llevándose entre las uñas la suma de 20 millones mensuales sin gastar un centavo en la carretera y peor aun dejándola en franco deterioro.
Si los contratos que se hacen en el extranjero no fueran elaborado bajo la cultura de Guacanagarix,( oro por espejitos) y nuestro negociadores le quitaran la vista a las comisiones y otros beneficios lejos del bien común, no se burlaran así de nosotros, los Dominicanos no invocáramos viejos demonios y quizás quien sabe si se levantara mas nuestra moral y cuidamos esta débil pero al fin democracia.
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