10 mayo 2010

Arquitecto de la inconsistencia



POR GUIDO GOMEZ MAZARA*
*EL AUTOR es abogado y dirigente del PRD. Reside en Santo Domingo.
Es cierto, el esfuerzo fundamental de todo perredeista debe estar orientado hacia el incremento de la representación partidaria el próximo 16 de mayo. El problema es que la efectividad del mensaje depende del mensajero y la señal que estamos enviando al electorado no llega con la claridad necesaria para posibilitar un rotundo éxito en las elecciones municipales y congresuales.

En el país están dadas todas las condiciones para que el partido blanco acumule en su favor la insatisfacción con el gobierno. ¿Qué pasa que no se produce esa avalancha de votos?

El diseño de campaña orquestado desde la presidencia del PRD coloca la agenda del año 2012 como prioridad. En los recorridos, lo accesorio se eleva como principal. Ahora, en plena cuenta regresiva los ¿asesores? del faraón partidario están muy ocupados en destacar la presencia del ¿”nuevo líder”?  en las manifestaciones.

Los niveles de involución en el PRD se traducen en un mensaje confuso, porque elementos esenciales como llevar la ofensiva y colocar sus mejores cuadros en la línea de ataque han sido sustituidos para sólo reaccionar ante la ofensiva del PLD. Peor aún, cuando la formulación del Pacto por el Progreso como estrategia de oferta  del gobierno no se pudo desmantelar con inteligencia debido a que dirigentes con la formación y destreza como Hugo Tolentino, Ivelisse Pratts, Tirso Mejía Ricart, Tony Rafúl, Fafa Taveras y Rafael Santos no son de “utilidad” para la presidencia del PRD. Irónicamente, el “dirigente” que  aparece denunciando compra de cédulas por el PLD es un funesto economista que su presencia en los medios es una bofetada a la memoria de José Francisco Peña Gómez.


El PRD tiene que sacudirse rápido.  Y es que la reiterada fascinación por montar desde el 2010 el proyecto del 2012 estableció las bases de una estrategia equivocada. Se busca un incremento en la nómina de senadores y diputados, perdiendo de vista que desde los ayuntamientos se consolida  la franja de cuadros y dirigentes en capacidad de resistir los embates de la oposición hasta el 2012.

Con esos criterios no se consolidan los votos. Peor aún, tenemos la sensación de que  en la presidencia del PRD se aposenta el arquitecto de la involución, incapaz de traducir el enorme descontento en votos favorables y creando las condiciones para que el ejercicio opositor termine sepultado en los rieles de la segunda línea del Metro.

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