03 junio 2011

Despertemos ante el Cólera

El gran problema de salud por el que atraviesa un ser humano que ha sido víctima de una enfermedad de tan altas dimensiones como es el cólera, nos lleva a pensar que las medidas de prevención recomendadas por las autoridades para combatirlo, parecen ser poco conocidas en detalle por la población, a juzgar por el número de afectados que se registra a la fecha. 
 
Esto se refleja en que cada vez son mayores los casos de personas que acuden a los centros de salud víctimas de la enfermedad, una epidemia que ha cobrado muchas vidas en la isla de Santo Domingo, que compartimos Haití y República Dominicana, por lo que es preciso que todos pongamos interés en cuanto a la forma en que se puede adquirir, y cómo podemos evitarla.

El cólera es una enfermedad aguda provocada por la bacteria Vibriocholeae, la cual se manifiesta como una infección intestinal que provoca diarrea y que puede matar en tan solo horas. 

Según los expertos, una persona puede adquirir cólera bebiendo agua o comiendo alimentos contaminados con la bacteria que lo provoca. 

De acuerdo a los especialistas, la infección es generalmente benigna o asintomática, pero a veces puede ser grave, por lo que se recomienda incrementar las medidas de higiene.

Durante una epidemia, la fuente de contaminación son generalmente las heces de una persona infectada. La enfermedad puede diseminarse rápidamente en áreas con tratamientos inadecuados de agua potable y agua de alcantarillado.

Básicamente, entre otras medidas se recomienda lavarse siempre las manos antes de ingerir alimentos y después de ir al baño. 

Hay que despertar frente a un problema como este que está diezmando sensiblemente la salud de los dominicanos, pese a los esfuerzos que realizan las autoridades.

Dios nos tenga misericordia para que esta epidemia no nos ocasione tantos estragos, a pesar del desafortunado pronóstico hecho por el titular de la cartera de Salud del Gobierno, el doctor Bautista Rojas Gómez, de que nos queda cólera para rato.

Hagamos conciencia sobre lo que nos toca, y despertemos de una buena vez, ante la grave realidad de que el cólera podría estar frente a nuestras narices. 

Por Marcos B. Dominicci
Director del Diario Metropolitano

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