26 enero 2009

El ejemplo de Duarte




NUNCA ME FUE TAN NECESARIO TENER SALUD, CORAZÓN Y JUICIO; HOY, QUE HOMBRES SIN JUICIO Y SIN CORAZÓN ATENTAN CONTRA LA SALUD DE LA PATRIA” JUAN PABLO DUARTE.

Como quisiera que nuestra sociedad volviera a soñar aquellas epopeyas de desenfrenado sentir patriótico, de aquellas aventura libertadoras que un joven motorizo junto a un puñado de “muchachos” poniendo para ello su patrimonio y estabilidad familiar. Volver al canto de fuego latente en el corazón patriota al escuchar las notas del himno nacional. Ver nuevamente a hombres y mujeres dispuesto a pensar ante de cada acción primero en la nación, en la patria, en no defraudarla, ni véndese o acomodarse mientras esta se desmorona.

Juan Pablo, de apellidos Duarte y Diez nació un día 26 de enero del año 1813. sus padres Juan José Duarte, un prospero comerciante de la ciudad de Santo Domingo y la abnegada ama de casa doña Manuela Diez, procuraron para sus hijos la mejor formación. Una mañana del 16 de julio del año 1838 Duarte se reúne en la casa de Chepita Pérez, madre de Juan Isidro Pérez, allí en el numero 51 de la arzobispo Noel nueve jóvenes ponen en sus manos y corazones el futuro del país. Hay que recordar que el en el caso de Duarte pudo dedicarse a su preparación personal para la cual viajó parte importante del mundo civilizado de su época, o dedicarse al comercio donde su familia probó mayor éxito. Pero se dedicó a preparar la libertad de su pueblo y puso su herencia y bienes a disposición de la independencia nacional.

“Las gentes le dieron a la revolución el nombre de “la revolución de los muchachos” pues a más de que la mayor parte eran muy jóvenes, el que hacia de jefe no representaba diez y ocho años”. Estas palabras extraídas de los apuntes de Rosa Duarte hermana y biógrafa del padre de la patria nos indican que las transformaciones en los pueblos la deben iniciar los jóvenes, y ante el deterioro moral que sufre nuestra sociedad los jóvenes debemos tomar el ejemplo de “los muchachos” e ir al rescate de los valores que tanto necesitamos recuperar.

Nos sorprendemos al hurgar la historia y ver que al momento de formar La Trinitaria Juan Isidro Pérez Y Benito Gonzáles contaban con 27 años, Duarte 25, Félix Maria Ruiz y Juan Nepomuceno 23, José Maria Serra y Jacinto de la Concha 19 años, Pedro Alejandrino Pina 18, Francisco del Rosario Sánchez 21 y Matías Ramón Mella 22 años. La revolución de los muchachos llegó muy lejos, y debe ser conservada en nuestros días y durar eternamente.

No hay comentarios: