25 octubre 2008

Un cuento de nuestra autoria... Disfrutenlo.


ALMA SUICIDA


Buen padre que nunca se descuidó de nosotros ; cuando me enfermaba el lloraba junto a mi cama los dolores que yo padecía, aunque Wanda (su ultima esposa se molestaba por que el pasaba mucho tiempo conmigo y sus otros hijos). Soy su hija mayor única de su primer romance, me llamo Isabel pero el siempre me llamo Velita por flaca y enfermiza siempre a pesar de mis 25 años me ha protegido. Siempre veló por nuestra educación y alimentación. También me contó los problemas que lo llevaron a esa habitación de hotel. suicida

En aquella habitación de hotel toda su vida se recreó en un pensamiento turbio y depresivo esquizofrénico. Daniel tuvo una niñez nómada siempre de una casa a otra acompañando a su madre que no paraba en ningún lugar. Bajo la falda de su madre y el grito de hambre de sus catorce hermanos de los cuales vio morir dos de anemia y asfixiado de lombrices ante de salir de su natal Puerto plata a mal pasar más, ahora en la capital, desde muy temprana edad trabajaba y se convirtió en un hombre prematuro en un mundo raudo y peligroso.

Su vida de adulto transcurrió entre altas y bajas, tres matrimonios, siete hijos, siendo el matrimonio con Wanda el que más marcó su existencia, con ella tuvo tres hijo conoció el dolor y recibió el castigo por sus días de mujeriego y parrandero empedernido, pero además este se convirtió en el amor su vida, o de su muerte. Por quien aguantó, lloró y vivió lo indecible. Fue con quien más duró y con quien mas sufrió.


Esta noche estaba en aquel hotel acompañado de una meretriz que reemplazó con nostalgia y depresión, alma cautiva del alcohol, deudas y malos pensare. Pasó la noche llorando, con escaso contacto exterior, solo con sus penas viendo desde sus adentros el mundo venirsele encima pudiendo solo agarrarse la cabeza ante la magnitud de un colapso eminente e inevitable. Al menos así lo veía su mente.

Trabajaba de herrero con buenos ingresos y posibilidad de derroche, acompaño esta profesión con la de policía asignado a un amigo que le protegía para que no hiciera servicio y solo se presentara en caso de extrema necesidad. Hace unos años Daniel conoció a un abogado que le ayudó con los problemas legales en un momento que el y Wanda tenia problemas tan profundos que habían llegado a la vía legal acusaciones y contra acusaciones primero de infidelidad luego de asuntos de interés económico (quizás mi versión sobre Wanda se vea parcialidad a favor de mi padre, pero esa maldita mujer fue que lo llevó ahí) lo cierto es que ese abogado se hizo muy amigo de Daniel y le demostró ser bueno en los momentos que el mas lo necesitaba. Comían juntos, mujereaban y se echaban largas jornadas de ingesta de alcohol.


Un día este le propuso a mi padre que tomara un préstamo en un banco privado para un negocio en el que serian socios, serian unos 200 mil pesos lo que mi papá tomó y se los entregó para iniciar de inmediato el negocio.

En la habitación 66 del hotel Tropicana en la ciudad de santo domingo se encontraba Daniel junto a sus problemas. El les veía grande, grande comos las torres que derribo el terrorismo en New York, era algo muy superior a su ego y auto estima, ya amanecía y ni el bello rojizo del cielo al amanecer le quitaba aquella depresión suicida. Sacó un lapicero que llevaba en el bolsillo del pantalón gin fuerte azul que se puso desde que despachó a la meretriz que le había acompañado hasta aquí, su cara redonda como la figura de la luna llena se ilumino con los primeros rayos de aquel pesado amanecer . Sin encontrar palabras para describir su decisión, en una servilleta hizo una breve nota.

Mi padre no volvió a ver a su amigo el abogado, de una forma casi mística perdió todo contacto con aquel canchanchan suyo, nunca se imaginó que la traición iba a clavar sus espina, hasta que un alguacil y un fiscal junto a la fuerza publica le comunicaron en forma de embargo su atraso en aquel préstamo y la magnitud de la mora en 20 pagares vencidos, que doblaba la cantidad prestada. En esa ocasión se hizo un acuerdo de pago que no pudo cumplirse y el abogado ahora no estaba para pagar menos para ayudar en materia judicial, mi padre entro en una crisis que lo llevó a esconderse y abandonar su residencia y trabajo.

Tomó su trabajo de policía para hacer servicio manejándole a un funcionario de gobierno recomendado por un amigo. Pero eso no daba ni para comer. Se hicieron nuevos compromisos para volver a amueblar la casa luego del embargo, a parte de lo que significa tener siete hijo. Para colmo las conexiones bancarias descubrieron todas las transacciones financiera a su nombre, restringieron toda sus cuentas y resumieron su persecución a un brutal embargo financiero, que lo mantuvo tomando prestado para el día a día sin posibilidades de negociar nada por su atraso y fatal record crediticio. Jugaba al loto, palè, quiniela y esas cosas para ver si la suerte le devolvía la tranquilidad, pero la corrupción se ha llevado hasta los sueños del que juega.


Esto lo llevo a en dos ocasiones anteriores atentar contra su vida la primera por envenenamiento con un fuerte raticida que por poco lo mata, en esa ocasión lo encontramos brotándole espuma de la boca, lo llevamos al hospital y logró salvar la vida de milagro. En la segunda vez intentó tirarse del puente de villa mella cosa que no logró por que estábamos vigilándolo. En ocasiones múltiples se desaparecía y no sabíamos de el por semanas. En fin todo sabíamos que esto algún día iba a suceder.

"Espero que un día me puedan perdonar, ya no aguanto mas esta situación díganle al teniente Rodríguez y al sargento Román a quienes les tenia que entregar 50 mil pesos el lunes, que lo siento. Cuiden de mis hijos que es lo que mas adoré en la vida. Ojalà puedan algún día perdonarme"

Puso la nota que terminó de escribir en la mesa de noche, destapo un botella de aguardiente y tomó el contenido de un solo sorbo de forma apresurada y viciosa, colocó la botella encima de la nota que acababa de escribir, tomó un Mágnum 380 cañón corto ya manipulado, lo colocó en su barbilla del lado derecho, cerró los ojo, sus manos temblaban junto a su cuerpo como epiléptico, mientras sus gemidos hacían pensar( quizás por el lugar) que intimaba. Por fin logró estabilidad, un magno boom produjo la detonación que le estremeció hasta dejarlo inconciente en un charco de sangre que era absorbido lentamente por la tela de aquella sabana blanca y apolillada. La bala que salio por la cavidad frontal izquierda al impacto junto a sus sesos que esparcido por las paredes denotaban una dantesca escena sucumbió en el traga luz de la puerta. La habitación que ahora lucia sombría quedó como otras veces… muda.

1 comentario:

Claudia Agramonte Saba dijo...

no sabía que habías escrito este cuento. de cuándo es??